La globalización, los avances tecnológicos, los medios de comunicación, la hegemonía de
industrias culturales y la falta de comunicación entre padres e hijos son algunas de las causas
fundamentales para que exista una paulatina pérdida y abandono de las leyendas tradicionales
locales por parte de las nuevas generaciones. La impersonalidad de las nuevas formas de
entretenimiento para los niños genera una pérdida de la transmisión oral, ésta vista como el
eje fundamental primigenio del conocimiento de las leyendas tradicionales ecuatorianas.
Además, hay una considerable falta de resignificaciones de dichas expresiones culturales con
enfoques y estéticas actuales, tanto en la oferta mediática local, como por parte de las
autoridades e instituciones, que puedan generar pregnancia y sentimientos de apego y
pertenencia por parte de los ecuatorianos en general y mucho más por parte de los niños.