dc.description.abstract | El pecado es siempre un acto de la persona, porque es un acto libre e individual y no
precisamente de un grupo o comunidad. Al ser personal, responde de alguna manera a las
decisiones que ha ido tomando en su vida; sin embargo, hay que entender también que el pecado no sólo responde a una inclinación del hombre al mal, sino que además está condicionado externamente por estructuras que “invitan” al pecado. “Si bien el pecado procede de los hombres, procede de modo colectivo y anónimo, procede antes de estructuras consolidadas que de la malicia personal de los individuos.” El pecado personal tiene siempre una dimensión social. El pecador, a la vez que ofende a Dios y se daña a sí mismo, se hace responsable también del mal testimonio y de la influencia negativa de su comportamiento. Los pecados sociales son el fruto, la acumulación y la
concentración de muchos pecados personales. | es_ES |