dc.description.abstract | Un mundo desorientado, un mundo en crisis, un mundo en cambio
es, naturalmente, un mundo que reclama por fundamentos. Cuando
el rumbo no es claro y el piso que nos sostiene empieza a desmoronarse,
es comprensible que busquemos desesperadamente una base
que nos sustente, que nos dé certeza, que nos haga sentir menos
inseguros. Un mundo desorientado, en crisis y en cambio, es un mundo
que explicablemente tiene una educación que busca fundamentos,
bases sólidas, estructuras de sustentación que hagan más fácil descubrir
el camino hacia adelante. Nuestra educación está hoy ávida
de reencontrar fundamentos filosóficos, antropológicos, psicológicos,
sociológicos... fundamentos que le den certeza para enfrentar la
incertidumbre del presente y la oscuridad del futuro, la complejidad
del presente y la aparente ausencia de futuro. | |