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La recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán le llegó como una bocanada de aire a la administración peñista, necesitada de mostrar resultados ante la caída del precio del petróleo, la devaluación del peso, la crisis de credibilidad y la sospechas de corrupción de los integrantes del primer círculo de gobierno. Sin embargo, el “gran golpe” mediático en materia de seguridad no está en la reaprehensión de Guzmán Loera tras la humillación internacional que provocó su fuga, sino en algo que bien podría llamarse Operación La Reina del Sur, mediante la cual el gobierno federal se ha concentrado en “cazar” a la actriz Kate del Castillo.
