El objetivo fue evaluar los efectos de una intervención Cognitivo-Conductual en un
grupo de adultos con alto enojo-rasgo. Se inscribieron al taller 28 personas (M de edad=
33.93) con altos puntajes de enojo (tendencia a molestarse fácilmente). Después de nueve
sesiones semanales se comparó el pre-test y el pos-test. Nueve personas asistieron al taller
de 8 a 9 sesiones. Estas personas mejoraron significativamente, pues lograron menor
contención del enojo (guardar rencores), temperamento (ser enojón), enojo rasgo, etiquetas
peyorativas (“estúpido”), depresión, y tuvieron mayor control del enojo interno (relajarse) y
externo (ser más paciente). También se evaluó en el pos-test a las personas que asistieron
poco, siete sesiones o menos; ellos mejoraron menos a diferencia de los que asistieron al
taller completo.