Es difícil imaginar que una entidad de gobierno, como el municipal, deje
de desarrollar y poner en práctica un conjunto de planes y programas
que intervienen en el ámbito de lo urbano y que pretendidamente intentan
transformar la realidad del espacio de la ciudad.
Atendiendo a datos de diferentes fuentes de información y a observaciones
de campo es posible afirmar que una porción significativa de las colonias
que conforman el área urbana del municipio de Puebla, están en condiciones de
pobreza y marginación.
Una parte importante de estas colonias se localizaban en la periferia urbana.
Sabemos que, dado el proceso de expansión y dispersión al que ha respondido el
comportamiento del espacio urbano en el municipio de Puebla, como resultado de
la estrategia puesta en marcha en la década de los años sesenta de anexar territorios
de municipios aledaños al de la capital poblana y, contrario a lo planteado por aquel
decreto,1
el resultado ha sido alta marginación social y vulnerabilidad territorial.