Domingo 1:15 am. El teléfono suena. Mediante un mensaje vía WhatsApp una colega nos comparte la noticia: “Se fugó el Chapo”. La impactante frase hace que el sueño se olvide por un momento. Un
boletín de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) confirmaba lo inimaginable: Joaquín Archivaldo
Guzmán Loera, mejor conocido como el “Chapo”, había logrado nuevamente la hazaña, burló al Estado y escapó por segunda ocasión de un penal de “máxima seguridad”. Un golpe duro para la administración de Enrique Peña Nieto.