Parece que fue ayer cuando el presidente de la República, con el rigor de sus palabras y ademanes,
anunció –en una entrevista realizada por León Krauze– que sería imperdonable una segunda fuga de El
Chapo Guzmán. Pues sí, imperdonable fue el supuesto escape del narcotraficante y la forma en que se
efectuó, pero lo que debería parecerle verdaderamente lamentable (acudo a las palabras del propio
Ejecutivo) es que a una buena parte de la ciudadanía no nos sorprendió.