En la última década, se ha incrementado el interés por estudiar la educación socioemocional, debido al impacto que tiene en el desarrollo integral de alumnos y maestros. Además, se ha reconocido el poder natural de la música para evocar emociones a través de diferentes procesos. El objetivo de este estudio es comprender cómo construyen los futuros docentes los significados de sus experiencias musicales y la manera como inciden en el desarrollo de habilidades socioemocionales como el autoconocimiento, la percepción, expresión y regulación emocional. Se aborda desde una concepción existencial de la experiencia (Larrosa, 2006) y, desde la psicología de la música (Juslin y Västjfäll, 2008; Gabrielsson, 2011), que define a la experiencia musical como una entidad compleja y dinámica en la que interactúan elementos personales, contextuales y propios de la música; Se considera el modelo de habilidad de inteligencia emocional de Mayer y Salovey (1990) y el de regulación emocional de Gross (1999). El enfoque metodológico es hermenéutico-fenomenológico y de tipo biográfico-narrativo. Se analizaron las experiencias musicales de estudiantes de una Escuela Normal pública de un contexto urbano. Se utilizó el relato y la entrevista semiestructurada para conocer las experiencias musicales y tres cuestionarios para recuperar datos sociodemográficos y significados atribuidos y construidos acerca de la música. Los resultados muestran que la música se vuelve significativa por las asociaciones personales construidas y por las características del momento en el que la vivieron. Las experiencias musicales se configuraron porque se asociaron a la resolución de algún conflicto de su vida, al fortalecimiento de vínculos afectivos, al logro de metas personales, y al desarrollo del autoconocimiento. La música significativa moviliza procesos reflexivos y puede ser un recurso para la expresión y regulación emocional.