Hace unos días los medios de comunicación dieron mucho tiempo y espacio a todo lo ocurrido entre el papa Francisco y el gobierno de México.
Todo empezó con una carta escrita a su amigo Gustavo Vera sobre México. Habló del ya famoso término “mexicanización” en referencia explícita a lo acontecido en nuestro país por la realidad del narcotráfico y que la “cosa es de terror”, como le dijeron los propios obispos mexicanos. Posteriormente el gobierno mexicano reaccionó enviando una nota diplomática pidiéndole no “estigmatizar” a México. Empezaron las interpretaciones de cada lado. Lo que quiso decir, lo que nosotros creemos que dijo, etcétera.