dc.description | Una mujer que trabaja como ama de casa tiene una responsabilidad doble, ya que además de cuidar, educar y enseñar a los niños en su hogar, también tiene responsabilidad directa por su lugar de trabajo. En realidad, las tareas se duplican. No obstante, no todo es malo; muchas de estas mujeres experimentan gratificación, equilibrio emocional y oportunidades de superación laboral y profesional al interactuar en dos ambientes diferentes. Como resultado, el objetivo de este estudio fue examinar dos categorías diferentes de mujeres. Las personas que están restringidas a la casa, que trabajan arduamente y son invisibles, no son valoradas ni remuneradas, y las que, si trabajan fuera de casa, pero también hacen labores domésticas, tienen efectos en ambos lados. Las mujeres son más propensas a experimentar frustración, depresión, ansiedad y estrés debido a este tipo de trabajos domésticos que carecen de valoración, remuneración o compensación, aunque sea mínima. Además, como una baja autoestima y un bajo nivel de autoconcepto. | |