La dimensión profética de las primeras comunidades según los Hechos de los Apóstoles y 1a Carta de Pablo a los Corintios
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El movimiento de Jesús, con su proyecto del reinado de Dios se integra como comunidad en Jerusalén, al experimentar el acontecimiento pascual, cuyos testigos directos fueron mujeres y hombres, recibieron el don profético, supieron ver cumplidas las profecías en los acontecimientos presentes y explicaron el presente con las Escrituras. Anunciaron el kerigma, denunciaron a las autoridades perversas asesinas de Jesús y los profetas, y orientaron a la comunidad hacia el compartir, la comunión y la oración. Esta comunidad fue precursora de la comunidad de Antioquía. Un grupo de profetas helenistas dispersos por la persecución a la comunidad de Jerusalén funda la comunidad de Antioquía. Fue la primera comunidad fuera de Palestina, cuyos discípulos fueron nombrados “cristianos”, son una comunidad con clara expresión profética. Esta comunidad envía a Pablo y Bernabé a realizar la misión profética a los paganos. Pablo escribe a Corinto su primera carta, dirigida principalmente a los de buena posición socioeconómica, denunciándoles sobre su conducta injusta que justificaban con su falsa sabiduría y por medio de la teología de la cruz les exhorta a vivir la coherencia cristiana. Les invita a vivir los carismas en comunión y entre ellos a aspirar especialmente al don del profetismo desde el amor ágape, para beneficio de toda la comunidadTesis de Grado
Tesis Licenciatura (Ciencias Religiosas) URL, Facultad de Teología