dc.description | Para poder llevar a cabo el proceso de conservación del Medio Ambiente, como herramienta se utiliza la educación ambiental, por medio de la cual se puede mejorar la calidad de vida y la restauración de éstos medios, dado que a través del tiempo, la intervención desmedida que el hombre ha tenido sobre la Naturaleza, ha llevado a la desaparición y extinción de diversas especies alrededor del mundo. A partir de la búsqueda de soluciones para la conservación de las especies, surgen en la década de los cincuentas, las denominadas Áreas Protegidas, que vienen a ser un refugio en donde las especies que habitan estos lugares sean protegidas y cuidadas, haciendo uso de los Recursos Naturales de una manera adecuada, para poder perpetuar la existencia de las especies. En Guatemala, se empiezan a declarar áreas Protegidas en 1955 a partir de la ley emitida por el congreso sobre las protección del Medio Ambiente, y actualmente, más del 33 % del área total de la República ha sido declarada Área Protegida. De acuerdo a lo anterior, y gracias a la importancia que la educación ambiental ha logrado en las últimas décadas, se empiezan a dar proyectos de formación ambiental en diversos puntos del país, teniendo muy buenos resultados por parte de la población. En el caso particular del Cerro San Gil, declarada Reserva Protectora de Manantiales, en 1996,, la educación Medioambiental, se está implementando a través de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (FUNDAECO), que tiene a su cargo las regiones del Cerro San Gil, punta de Manabique y otras en el Departamento de Izabal, quienes han trabajado en los últimos 10 años en la región, en donde se busca hacer conciencia en los pobladores de las 36 comunidades ubicadas en los alrededores del Cerro, para evitar que se siga destruyendo la flora y fauna a través de la tala de árboles, la caza ilícita y las invasiones. | |