dc.description | A finales de 2015, el continente europeo se encontraba viviendo una de sus más grandes crisis de migrantes, la cual fue resultado de la Guerra Civil en Siria. Una de las principales consecuencias fueron los masivos flujos migratorios hacia los Estados miembros de la UE. A raíz de ello, los Estados miembros iniciaron a implementar diversas medidas para contrarrestar los flujos migratorios provenientes de la Ruta del Mediterráneo oriental. A pesar de los esfuerzos realizados por la UE, los flujos migratorios eran cada vez más preocupantes, lo que llevó al Consejo Europeo a elaborar una Agenda Migratoria para abordar la situación en la que se encontraba el territorio europeo. Dentro de las estrategias se estableció el acercamiento con la República de Turquía, lo que llevó en 2016 a la firma de la Declaración Conjunta UE-Turquía. Con relación a lo mencionado, se planteó como trabajo de graduación una investigación monográfica centrada en analizar los diversos elementos que utilizó la UE para disuadir a Turquía de abstenerse de firmar el Acuerdo Migratorio en 2016. Para llevar a cabo el análisis pertinente, se utilizó la teoría geopolítica de Rudolf Kjellén y Karl Haushofer, así como los imperativos geopolíticos de Javier Jordán para comprender las acciones llevadas a cabo por la UE para proteger sus fronteras de la masiva migración, y el porqué de elegir a Turquía como país clave para la contención de los flujos migratorios. | |