| dc.description | La situación de la tenencia de vivienda continúa siendo hoy uno de los problemas más graves que afrontan las personas a nivel mundial, porque no existen políticas gubernamentales que ayuden a solventarla. En Guatemala debido a la crisis económica que ha afectado al país en los últimos años, el perfil social de sus habitantes se ha deteriorado, reduciendo el poder adquisitivo y por ende la calidad de vida de la mayoría. Según SEGEPLAN para el año 2,000, del total de la población, el 54.33% vivía en situación de pobreza y el 22.77% en pobreza extrema, entendiendo que la población que vive en estado de pobreza, es aquella que no reúne de manera estable los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas, entre otras, contar con una vivienda propia que les proporcione: seguridad, estabilidad, protección contra el clima y el ser humano mismo. Aunque se han generado políticas que permiten el financiamiento y construcción de vivienda, apoyadas en la Ley de Vivienda y Asentamientos Humanos, éstas no han logrado superar el déficit habitacional que de acuerdo con el INE, en el año 1,995, se sitúa en 1,390,000 unidades en todo el territorio. Debe destacarse que la oferta de vivienda económicamente accesible es aún insuficiente, porque la población necesitada de vivienda para adquirirla depende de un crédito bancario a largo plazo y de una tasa de interés acorde a su capacidad de pago, siendo necesario para la precalificación un estudio socioeconómico de los posibles beneficiarias, estudio que permita conocer la situación real de éstos, así como datos sobre el lugar donde viven, servicios con que cuenta su comunidad, alternativas existentes en el mercado local, situación de trabajo y remuneración del mismo. | |
