| dc.description | Cuando nos decidimos abordar el tema de "la factura cambiaria en la doctrina y en la legislación positiva guatemalteca", lo hicimos tentados por la natural curiosidad que nos motivó la inclusión de este nóvel Instituto Crediticio en nuestro Código de Comercio.Nuestro interés se avivó aún más, cuando advertimos que otras legislaciones, especialmente las de corte similar a la nuestra, no incluyen este título de crédito en sus regulaciones positivas, a excepción de las de Brasil y de la República Argentina. Fue así, pues, como propusimos el presente tema como trabajo de tesis, previamente a optar al Grado Académico de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales y a los Títulos Profesionales de Abogado y Notario. Empero, debemos hacer la siguiente aclaración: no pretendemos agotar el tema, ni constituyen las presentes reflexiones una visión de conjunto de todas las facetas e implicaciones doctrinales y legales de la Factura Cambiaria en relación con nuestro derecho positivo; no. Nuestra labor se circunscribe, especialmente, a sentar un punto que sirva de partida para trabajos similares que habrán de emitirse en el futuro, a no dudar, cuando se cuente con mayor acervo bibliográfico, Si nuestro propósito se ve cumplido al menos en este aspecto, nos sentiremos más que satisfechos.De una cosa si podemos estar seguros: la Factura Cambiaria responde al principio jurídico de adecuación del derecho cambiario a la realidad de las operaciones comerciales de hoy en día. El remozamiento y actualización de nuestro Código de Comercio constituían evidentes necesidades que había que satisfacer. Se notaba el vacío que generaba la compraventa mercantil de mercaderías, especialmente por el hecho de que no existía un papel que documentando estos negocios atribuyera a su tenedor un derecho de crédito sobre la totalidad o la parte insoluta de la compraventa; y, que este derecho crediticio, pudiera, precisamente, tener como destinatario una institución bancaria por la vía del descuento. Nuestra inquietud se insufló mucho más aún, cuando habiendo conocido el escaso patrimonio doctrinal y legislativo en todo lo que tiene que ver con este trabajo, compren dimos que algo había qué hacer al respecto. Fue así como llegamos a tal grado que tuvimos el atrevimiento de emprender la tarea de dar a conocer, aunque sea analíticamente, las instituciones de nuestro Código de Comercio emparentadas en los grados de ley con este nuevo título de crédito, de manera que pueda servir o jugar, además, el papel de elementales reflexiones sobre el tema. Si este otro fin que nos hemos propuesto realizar en este trabajo, se ve cumplido, aunque sea en mínima parte, tendremos más que justificado motivo para sentirnos doble mente satisfechos. | |
