Esta fotografía busca representar las mujeres en los videojuegos y la
problemática de la violencia y el acoso hacia ellas en la comunidad. La
imagen pretende destacar el empoderamiento de las mujeres en los
videojuegos y su papel en la industria, desafiando los estereotipos
tradicionales. La violencia de género y el acoso cibernético son problemas
reales que afectan a muchas jugadoras, a menudo en forma de
comentarios ofensivos, amenazas y discriminación.