La escritura no se creó para ser perfecta; no porque uno no sea lo suficientemente hábil en la ortografía o gramática, sino porque aquello que llamamos “perfecto” realmente no existe. La perfección es solo ese ideal que creamos y que nunca podremos alcanzar. Te aseguro que todos los escritores o redactores que conoces tienen luchas con sus trabajos de redacción; y estoy segura que sea lo que sea que hayan escrito, jamás estarán contentos completamente.