La construcción de una cultura ciudadana de convivialidad, ayuda mutua y legalidad nos corresponde a todos los habitantes del territorio nacional y no solo a los gobernantes estatales o municipales. El diálogo entre ciudadanos y gobernantes, la concertación de políticas y acciones para la seguridad local, la construcción de espacios recreativos para jóvenes y adolescentes, y la denuncia ciudadana para castigar oportunamente todo acto de ilegalidad y corrupción son factores decisivos para prevenir y contrarrestar todo lo que pueda causar violencia e inseguridad en nuestros hogares y lugares de trabajo