Lo dijo una vieja editora. Vieja cronológica no, sino por los años que llevaba editando libro tras libro. “Leer no hace que las personas sean mejores o más buenas. Y escribir tampoco”. Lo dijo con esa solvencia desilusionada que adquieren algunos cuyo oficio los tiene hasta la coronilla. Aunque, si pudieran vivir otra vez, no elegirían otro en el mundo.