Durante los años ochenta y noventa, John Rawls introdujo una serie de modificaciones a su teoría de 1971. En lo esencial, esos cambios lo alejaron del universalismo y del trascendentalismo que caracterizaban a su primer libro. Sin embargo, Rawls hace grandes esfuerzos para no deslizarse hacia un relativismo contextualista. En este artículo se intenta responder a la pregunta: ¿en qué clase de filósofo se ha convertido Rawls una vez que ha abandonado sus puntos de vista originales? También se realiza una crítica de las insuficiencias que se perciben en la nueva teoría.