¿Qué sensación experimentamos al contemplar un espacio funcional y cotidiano, pero completamente desolado? ¿Qué impresión nos causa el hecho de recorrer, por ejemplo, un colegio por la noche, un gran almacén, un parqueadero o un centro comercial vacío? Las respuestas pueden variar: Puede ser paz, tranquilidad, indiferencia, inquietud, miedo, terror .... Todo depende del quién.
Con este proyecto quiero que el espectador se haga esa pregunta. Que se sumerja, a través del video, en una colección de estancias y pasillos, y, por consiguiente, en el laberinto de su propia mente, al evocar momentos y lugares del pasado, del presente, o incluso, de sus sueño.