La disputa entre la eficacia y la severidad de las normas de carácter disciplinario es un tema de importancia para Colombia debido a la necesidad de frenar la corrupción que permea la administración pública y, así mismo, la falta de incidencia del régimen disciplinario en los servidores públicos. Al respecto, se evidencian los intentos realizados para establecer la potestad disciplinaria como un régimen autónomo y eficaz, capaz de garantizar la protección del Estado; tal como se hizo recientemente con la implementación del artículo 48 de la Ley 1952 de 2019.