Este número de Christus trata del “Dios de nuestros Padres”, el Dios de nuestros antepasados indígenas. Se busca crear un diálogo fecundo entre la teología cristiana y las teologías indias. Es asimismo un llamado a la visibilización de “nuestro hermano el indio”, en el rescate de su cosmovisión y creencias.