Ante la crisis de producción agrícola en Venezuela, especialmente en el rubro del café, los caficultores, emprendedores, inversionistas y entes gubernamentales han fijado su atención en el café de especialidad, un producto con altos estándares de calidad y cotizado en el mercado por precios superiores al café commodity o comercial. Este nuevo nicho ha permitido la creación de marcas, cafeterías y espacios especializados en el área que han impactado en el desarrollo económico de quienes conforman su cadena de valor; asimismo, ha promovido el interés de los consumidores en conocer los orígenes y características del grano, dándole mayor relevancia a los caficultores.