Description
Venezuela descubrió en 1974 que su economía no era inmune a la enfermedad de precios conocida como inflación. A partir de ese momento la amenaza estuvo latente hasta que, al arribar el año 2012, se inició una brusca escalada de precios que se agudizó hasta convertirse en hiperinflación en 2017, mal que ha subsistido hasta el presente. El gran actor y responsable del daño ha sido el Banco Central de Venezuela que, incumpliendo sus obligaciones constitucionales, incurrió en un financiamiento persistente del déficit gubernamental mediante la emisión inorgánica de dinero. En este trabajo se somete la información de los precios a un análisis estadístico cuyo resultado es concluyente al respecto.
Como respuesta al fenómeno monetario, entre otros efectos, la propensión marginal al ahorro desapareció de la economía venezolana, con todas las consecuencias que del hecho se derivan.