El mito tecnológico y económico cae sin llegar a ningún conflicto mundial. No éramos tan fuertes como se pensaba. Los peligros no vinieron del enemigo, vestido con prebendas políticas o sociales. La naturaleza, sin mucho esfuerzo, se encargó de recordarnos nuestra fragilidad.
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=lJPy5ub-RTM