De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud entre el 2020 y el 2050 se espera que la población de más de 80 años se triplique, lo cual demuestra que la tasa de envejecimiento de la población está aumentando más rápido que en el pasado. Esta situación presenta una nueva categoría de retos para los diferentes países del mundo y es la de garantizar un envejecimiento saludable, a través de sus sistemas sociales y sanitarios que permitan afrontar este cambio demográfico.
El envejecimiento saludable es el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez, situación que implica factores físicos y biológicos como las capacidades para satisfacer sus necesidades básicas, factores cognitivos tales como aprender, crecer y tomar decisiones; y por último factores sociales, como lo es construir y mantener relaciones, en diferentes entornos como el hogar, la comunidad y la sociedad en general. Sin embargo, al llegar a la vejez, se presenta una disminución o pérdida de la socialización limitando la independencia de adaptación a las expectativas de la sociedad, y así mismo al momento de dar y recibir experiencias.
En este sentido y con el objetivo de promover, incentivar y mantener relaciones entre los adultos mayores y así mismo su bienestar social a través de la socialización, se llevó a cabo un proceso de diseño en el cual fue posible plantear y desarrollar una propuesta factible, viable y deseable mediante un artefacto de comunicación que combina una interfaz física y una digital con las cuales se retoman conceptos y gestos de aparatos electrónicos que los usuarios utilizaron en la edad dorada de su juventud. Y con el cual podrán relacionarse con sus familiares y conocidos, como también crear vínculos con desconocidos por medio de sus gustos.