La incorporación de los mecanismos del mercado en la atención sanitaria está presente en la mayoría de las reformas sanitarias recientes, en cuyas agendas de cambio se intenta restringir el papel del Estado en la provisión y en la financiación de los servicios de salud, estimular la libre competencia, dar respuesta a la libre elección de los consumidores e incentivar la utilización de las estrategias de la “medicina gerenciada” como una forma de controlar los gastos sanitarios. El propósito de este artículo es debatir la concepción que subyace a estas propuestas en términos de la mercantilización de la atención sanitaria; analizar algunas de las dificultades de la aplicación del mercado en los sistemas de salud y reflexionar sobre las consecuencias éticas que ha tenido la “medicina gerenciada”en la práctica médica y en la relación médico-paciente.