A través de la historia y tras su continuo crecimiento, la navegación marítima ha requerido de la protección de los seguros con el fin de garantizar la viabilidad de la práctica de dicha actividad, considerando los múltiples peligros a los que se enfrenta una aventura marítima. Los grandes costos a los que se encuentran expuestas las navieras como consecuencia de los daños que puedan causar a terceros y teniendo en cuenta que en el pasado las soluciones de aseguramiento no ofrecían cobertura para la gran mayoría de estos riesgos, la industria, por medio de la unión de los navieros, logró que se conformaran los clubes de Protección e Indemnización (P&I) para garantizar su operatividad y evitar quiebras por la ocurrencia de riesgos que podrían afectar seriamente las finanzas de los mismos. No obstante la protección de los clubes P&I, es fundamental para la operación de las navieras el ejercicio de estas asociaciones mutuales. En el ámbito legal nacional se ha visto obstaculizado toda vez que las autoridades encargadas de la vigilancia y control de la materia no han permitido el ejercicio de éstos en Colombia, lo que a nuestro parecer se ha constituido en una de las explicaciones al porque, luego de la desaparición de la Flota Mercante, en Colombia no se ha logrado consolidar una naviera de importancia.