La historia contemporánea y su expresión dan cuenta de la crisis que conmueve a occidente, incluido el nuevo mundo, extendiéndose a los campos de la vida política, económica, social, ideológica, espiritual y cultural. El hombre Moderno y la Modernidad son, según criterio de Octavio Paz1, conceptos occidentales que se asimilan en América Latina con la transculturación. En Europa, empiezan a manifestarse con la crisis del humanismo renacentista, como consecuencia de un proceso de fermentación histórica que puede rastrearse en la tensión creada entre las convicciones espirituales medievales y el surgimiento del racionalismo, la ciencia y la técnica.