Este trabajo centró su propósito en visibilizar el devenir del concepto de Formación Integral, como una manera de abordar la educación, presente en la Ley General de Educación de 1994, a través del dispositivo discursivo y no discursivo saber-poder-subjetividad del método arqueológico genealógico de Foucault. El propósito se desarrolló a través de rastrear las permanencias, transformaciones y desapariciones del concepto de Formación en la Ley 715 de 2001 y en el Informe de la Fundación Compartir de 2014. La relación Formación Integral-educación permitió identificar el desplazamiento del oficio de maestro y su saber pedagógico dentro de un contexto educativo: la escuela, como garante y ejecutora de los procesos formativos, emergiendo tensiones presentadas a través de matrices que relacionaron el eje de las prácticas pedagógicas con el eje legal-teórico. Los cuatro planos constituidos visibilizaron al maestro, la escuela, los fundamentos de la formación integral y los discursos, formulación y propuestas sobre educación de calidad.