Se ha reportado la meningitis química como una rara reacción adversa secundaria a la administración de un gran número de agentes farmacológicos, con una presentación clínica y unos hallazgos en el líquido cefalorraquídeo (LCR) muy variados que pueden llegar a confundir la etiología del cuadro clínico, donde el diagnóstico está basado en un proceso de exclusión de otras entidades del sistema nervioso central. El artículo presenta el caso de una mujer de 36 años de edad, con antecedente de intervenciones quirúrgicas para la resección de macroadenoma hipofisario, a quien se le quería descartar una fístula del LCR mediante la realización de un cisterno-TAC, con medio de contraste hidrosoluble. Posterior a la realización de este, presentó signos y síntomas sugestivos de meningitis, aun cuando se le descartó meningitis séptica.