A partir de los cambios que se han vivido en los últimos cincuenta años en el terreno económico, el ser humano ha sido participe de la evolución, importancia y la definición en la estructura de la empresa al circunscribirse en los variados espectros en los cuales interactúa, pero dado a la acelerada toma de poder en el mundo por grandes empresas que vivían con una limitada visión a fututo sin pensar en una sostenibilidad a largo plazo, olvidaron, en su intento de lograr la obtención máxima de utilidades, que las acciones que ellas realizaban estaban directamente afectando a otros grupos de interés que de una u otra forma hacían parte del proceso, esto se ve reflejado en la frase de Bauman (2006): La empresa pertenece a las personas que invierten en ella, no a sus empleados, a sus proveedores, ni a la localidad donde está situada .