Lo que conocemos hoy como el sistema de propiedad intelectual es un complejo entramado de explicaciones y reglas que tuvieron su origen en el contexto histórico y filosófico particular del siglo XVIII. De esta forma el positivismo y el formalismo jurídicos amoldaron sus herramientas para poder comprender a las creaciones e invenciones humanas como un tipo de derecho de propiedad. Como resultado de este proceso de adaptación encontramos que la estructura tradicional del sistema de propiedad intelectual obedece a la misma estructura básica de la propiedad, en la que su característica más relevante es la regla de propiedad respecto de este tipo de derechos subjetivos: exclusivos – excluyentes.