El contexto de globalización bajo el cual nos ubicamos, ha marcado un precedente en las relaciones dentro del sistema internacional, en tanto se ha comenzado a ver un incremento significativo en el intercambio comercial, social, político y cultural; generando una transformación en la noción de frontera que se tenía anteriormente. Esta modificación es la plataforma para el surgimiento de discursos y prácticas que alteran las pertenencias culturales y las sociedades en distintos ámbitos. Dichos procesos, establecen imaginarios que trascienden la nación misma y permiten la aparición de elementos que proveen nuevos escenarios de interacción social.
El paso fronterizo entre México y Estados Unidos se ha convertido en una zona importante para el intercambio cultural consecuente a las relaciones trasnacionales. La frontera entre los dos países se ha caracterizado por ser el punto donde convergen distintos estilos de vida, costumbres y tradiciones. En este espacio emergen cuestiones que ejemplifican como la relación entre Estado-nación se ha ido erosionando y reflejan que la construcción de ideales está mediada por fenómenos transnacionales que se escapan del control de los Estados y que logran situarse entre el ámbito legal e ilegal.
La idea de mujer surge como una construcción del espacio transfronterizo entre México y Estados Unidos. Surge una producción discursiva proveniente de una influencia cultural resultante de una transcultura creada por el narcotráfico, que se mezcla con la idea promovida por el mismo Estado mexicano. A través de la teoría del discurso se estudiarán el discurso estatal y el discurso social para comparar la idea de mujer promovida desde los dos actores.