Si bien la teología nace como fruto de una experiencia contemplativa, este rasgo profundamente peculiar ha cedido espacio a una elaboración teológica más inspirada en la razón occidental, que se ha venido expresando y promoviendo a través de una variedad de escuelas y centros de estudios. La reflexión teológica de los últimos años muestra un renovado interés por rescatar su fuente original. Éste se ve fortalecido por el movimiento de comunidades y personas orientado a la espiritualidad y a la mística, como horizontes de sentido, en medio de la sociedad. Por su parte, la comprensión de revelación desde Torres Queiruga brinda una interesante pista de reencuentro de la teología con la experiencia. En esta perspectiva se realiza un breve recorrido por las comprensiones de experiencia mística en tres autores y se establecen al final unas reflexiones y preguntas sobre las posibilidades de dicha experiencia como aproximación al quehacer teológico.