Nos encontramos en un tiempo en el que el constante cambio es una realidad que hoy en día pocos perciben, pero que se imprime en la arquitectura de forma explícita. La revolución industrial, como un gran cambio en la historia, generó arquitectura centrada en producción masiva, que detona en la ciudad desde la percepción, contaminación y salubridad; esta nueva condición genera la necesidad de reconectar con el paisaje natural; por ello, se habla de la metamorfosis arquitectónica mediante la renaturalización como operación principal para reconectar paisajes de la memoria productiva del sector de Puente Aranda-Bogotá con su pasado natural a partir del río como vestigio principal, esto con intervenciones generadas de forma gradual y poco invasivas pero detonantes en la actividad de forma que estén abiertos a los nuevos cambios que posteriormente se pueden producir.
Puente Aranda como sector fragmentado mantiene la producción completamente aislada de los espacios de residencia que permiten la activación, esta condición divide la vida del sector, además de las condiciones de contaminación, biodiversidad, cultura y usos de este; fenómeno que genera insostenibilidad en el paisaje concentrando problemas ambientales que hacen de Puente Aranda un sector altamente vulnerable afectando la habitabilidad.
La metamorfosis se pretende lograr mediante la conexión a escala de Puente Aranda de la naturaleza principal del sector encontrada en el Río Fucha con el entorno industrial, mediante conexiones naturales de recorridos verdes; a escala intermedia, se conecta el canal de los comuneros con la infraestructura existente, proyectando el río como el espacio público principal, además de refuncionalizar para lograr mixtura de usos y valoración del conjunto industrial de Grasco y aprovechar el espacio público actual para lograr naturalización de forma vertical y horizontal con nuevas infraestructuras.
A partir de dicha escala intermedia, se llega a la arquitectura del lugar que entiende dos condiciones habituales del sector, tanto la memoria productiva impresa en las naves industriales de Grasco, que se interviene con estructuras desmontables que tienen en cuenta el valor arquitectónico de su emplazamiento; como la actividad del sector que genera arquitectura consecuente con actividades inmediatas, esta se interviene a nivel de manzana preservando la arquitectura actual y generando estructuras que permiten la entrada de naturaleza en su interior y exterior, así como la Re funcionalización de la arquitectura para abrir paso a la cultura, el reconocimiento de la memoria productiva y el fomento de la autoproducción mediante huertas urbanas.