dc.description.abstract | Los políticos liberales del siglo XIX sostenían que el progreso de una nación se medía en kilómetros de vías. En armonía con esta consideración el Estado colombiano se propuso promover la apertura de rutas con el fin de explorar nuevos territorios, conectar núcleos urbanos y fomentar el comercio exterior. Desde la perspectiva económica y comercial los caminos han sido considerados fundamentales para conducir los productos desde el interior de una región hasta un puerto que se comunique por vía fluvial o marítima con un horizonte comercial. El inicio de la construcción de ferrocarriles en Colombia data de 1874, en un contexto caracterizado por múltiples y complejos aspectos, entre los que podemos contar la accidentada topografía, el clima que propagaba fácilmente las enfermedades, además de los diferentes conflictos armados en los que se veía desangrado el país, entre otros, hicieron que el proceso de construcción de este primer medio masivo de comunicación se viera frecuentemente interrumpido. El ferrocarril de Cúcuta empieza a funcionar en 1888, y su desarrollo e importancia se debe a su cercanía con Venezuela, ruta por medio de la cual se exportaban los productos provenientes de la región y del interior del país. La economía santandereana logra un importante auge: se consolidan Cúcuta y Bucaramanga como los principales núcleos urbanos, crece considerablemente la demografía proveniente en su mayoría de familias del interior del país y de inmigrantes alemanes, aumenta la superficie de tierra cultivada y se fundan poblados a las veras de los caminos por donde pasaba el ferrocarril. El café va a ser el principal producto de exportación de la región. | spa |