Este filósofo aborda una particular visión del ser humano posiblemente relacionada con sus experiencias al tener que vivir en carne propia la Segunda Guerra Mundial. Lévinas critica el humanismo occidental y propone otro tipo de humanismo: el humanismo del otro, que se fundamenta en la responsabilidad absoluta y sin restricciones por el otro. El autor plantea una subjetividad construida desde la alteridad, como un ser-para-el-otro, porque el yo adquiere su identidad desde la responsabilidad por el otro.