El concepto “Iglesia pobre para los pobres”, propuesto por el papa Francisco en sintonía con el espíritu del Vaticano II, pone al centro del debate teológico actual la pobreza como camino para reformar la Iglesia establecida. En ese contexto, el objetivo de la investigación es ampliar el horizonte de reflexión, revisando la relación entre pobreza y reforma en los siglos XII y XIII, a partir del análisis de diversos escritos que Marie-Dominique Chenu (1895-1990) dedica a esa temática. Sus investigaciones cobran nueva actualidad al demostrar la conexión entre pobreza y reforma en la cristiandad medieval y en la de todos los tiempos.