La naturaleza ha sido un elemento ampliamente omitido en la literatura sobre bienestar emocional. La escasa investigación al respecto ha estado centrada en los efectos beneficiosos del contacto con la naturaleza, pero no en cómo las actitudes y conductas hacia el medio ambiente se asocian a un mayor o menor bienestar emocional. La presente investigación tiene el objetivo de llenar este vacío, analizando las relaciones entre las actitudes ambientales y la conducta proambiental autoinformada con el bienestar emocional. Los resultados obtenidos con una muestra de 320 estudiantes universitarios, ponen de manifiesto que pensar y comportarse proambientalmente no solo favorece al medio ambiente, sino que redunda en un mayor bienestar emocional. Se discuten algunas implicaciones en las actitudes antropocéntricas y sus relaciones con medidas de bienestar emocional.