La Iglesia católica ha sido por más de cuatro siglos testigo excepcional de la historia de Bogotá y, a la vez. protagonista de muchas de las realidades que allí se han dado desde su ya lejana fundación. Su presencia ha sido amplia en todos los campos de la sociedad y ha gozado, por lo general, de una cordial acogida por quienes habitan y conforman la vida de la capital de la República.