En el año 69, llegó un grupo de jóvenes jesuitas, que acababan de hacer los votos y que yo dirigía. Ellos entraron a estudiar a la Facultad de Filosofía y Letras. Teníamos la revista “Hombre y Expresión” en el Centro de Formación en Humanidades, y como aquí no había una revista, le propusimos su creación al Padre Rodolfo Eduardo de Roux, S.J., entonces Decano, quien dejó la Facultad muy pronto por lo cual no pudo atender nuestra inquietud de contar con un órgano de expresión.