Una mirada a la carta del santo padre Juan Pablo II a los artistas nos devela su gran sensibilidad hacia el arte y el llamado a la responsabilidad que tiene el artista en su creación, la influencia del arte en la evangelización y el arte como expresión de lo más íntimo del hombre y como tal expresión de Dios, el arte como una de las formas a través de la cual Dios se hace visible y comunica su amor incondicional y parte de su misterio, conjugando en la auténtica obra de arte lo bello con lo bueno.