El acoso sexual en el transporte público es una subcategoría del acoso sexual callejero, el cual representa una problemática social que afecta a las mujeres diariamente, se manifiesta en aquellas prácticas de carácter sexual inapropiadas y cotidianas tales como: silbidos, miradas morbosas, persecución, toqueteo sexual, masturbación en público, piropos, exhibicionismo, expresiones faciales inapropiadas, ofensas verbales, entre otras. Estas manifestaciones generan en la víctima distintas afectaciones en su cotidianidad. El presente trabajo se construye a partir de una investigación cualitativa realizada con jóvenes universitarias de Bogotá sobre sus experiencias de acoso sexual en el transporte público y en el servicio de transporte ofrecido por plataformas digitales. Se indaga acerca del impacto psicológico que se desencadena tras estas experiencias. Durante las entrevistas, pudimos evidenciar que los tipos de acoso más frecuentes en las experiencias de las participantes fueron: miradas lascivas u ofensas verbales, las cuales desencadenan acercamiento o toqueteo físico por parte del acosador. Del mismo modo, los resultados arrojaron afectación en las emociones y sensaciones tales como: miedo, incomodidad, vulnerabilidad, asco, entre otras, hasta el punto en el que una de las participantes obtuvo un diagnóstico de ansiedad generalizada tras uno de los sucesos de acoso sexual; a pesar de ser el único diagnóstico confirmado, no quiere decir que sea el único impacto psicológico evidenciado en las jóvenes universitarias víctimas de acoso sexual en transporte público y plataformas digitales. Pues, todas las participantes optaron por generar estrategias preventivas que terminaron impactando y cambiando su cotidianidad. Estos cambios se manifestaron en las rutas y horarios de la toma del servicio, en su vestimenta, en la necesidad de contar con compañía a la hora de tomar el servicio, e incluso cosas como: dejar de ir a reuniones sociales, escoger a qué sitio pueden ir sin necesidad de estar acompañadas, llegar tarde a clase para poder esperar un Transmilenio en el que sientan que el riesgo es menor.