En los últimos decenios, los estudiosos han resaltado la urgencia
de acercarse a otros métodos de estudio bíblico diferentes del método
histórico-crítico; entre estas aproximaciones, la Iglesia se ha
abierto a la lectura judía de la Escritura y ha enriquecido con ella el
campo concreto de la exégesis. No es cuestión de moda; es una invitación
a abrir la puerta a una posibilidad que ofrece elementos para
comprender
mejor los textos evangélicos, acogiendo el tesoro que
ofrece la manera como el judaísmo escruta su Escritura, de la que los
cristianos
poco saben.
De aquí que el objetivo del presente trabajo sea desarrollar el
aporte de la tradición judía al estudio bíblico cristiano, como posibilidad
para introducirse en el modo por el cual el pueblo de Jesús
comprende sus textos sagrados y vive su cotidianidad en relación
con la Escritura. Conocer el contexto en el que nació el cristianismo
es absolutamente necesario y pide acercarse a las fuentes judías, así
como
a la manera como escribían y componían su literatura.