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Para entender el emplazamiento de los asentamientos sobre zonas de riesgo y cuerpos hídricos, debemos
regresar a la época de la colonia, periodo durante el cual el territorio colombiano fue descubierto y urbanizado
poco a poco. Gran parte de los primeros asentamientos que encontramos en nuestro país provienen de esta
época y se encuentran cerca a fuentes hídricas, necesarias para establecer poblaciones debido a los beneficios
que esto conlleva. Sin embargo, la ubicación de estos asentamientos no contempló lo cambiante que puede
ser el territorio y si bien algunos han superado el paso del tiempo y sus vicisitudes, preservando elementos de
patrimonio material e inmaterial, otros lo han perdido de manera irreparable.
El caso que nos atiene es el de Honda, una particular ciudad que apareció por necesidad humana y que corre
hoy el riesgo de hundirse en su pasado. La Villa de San Bartolomé de Honda surgió como un antiguo burgo
colonial, el paso por esta zona geográfica era necesario para conectar los departamentos del alto Magdalena
con el resto del país, además de haberse convertido posteriormente en vía obligatoria para el comercio con
los departamentos antioqueños y haber sido el principal puerto fluvial de Colombia durante más de 400 años.
Su forma urbana está definida por las características geográficas del lugar, cuya particular topografía divide la
ciudad en diferentes niveles sobre los ríos Quebradaseca, Gualí y Magdalena, que atraviesan la ciudad, pero
también por sus principales vías, que han sido utilizadas desde la época de la colonia. En una escala regional,
Honda había sido punto de paso obligatorio hasta hace poco tiempo, pero la aparición de carreteras de última
generación y nueva infraestructura amenaza con dejarla a un lado olvidando su importancia histórica;
mientras tanto las condiciones geográficas no han tenido piedad y la ciudad se ha visto afectada por
fenómenos naturales que han comenzado a hacer escombros la historia de la ciudad.