Colombia requiere una visión alternativa sobre cómo asegurar la inclusión social frente a las profundas desigualdades y la volatilidad de los ingresos, que han sido agravadas por una creciente intervención de las fuerzas del mercado. El nuevo modelo de desarrollo de los noventa condujo a la mercantilización y privatización de buena parte de la seguridad social. Ante esto, es impostergable la construcción colectiva de un verdadero contrato social sobre la estrategia de desarrollo social, donde la superación de la pobreza y la desigualdad constituyan un proceso de carácter estructural. La agenda de protección social y el pacto fiscal son dos de sus componentes centrales.