Con base al entendimiento del entorno barrial de Patio Bonito, un barrio de origen emergente, donde el espacio público es la base para forjar vínculos, y pasa de ser de todos y de nadie a ser propiedad de las personas, se puede evidenciar que la configuración del vacío delimita dos espacios: el primero, el lugar para la construcción de la vivienda; y el segundo, todo lo que no hace parte de esta, lo público o «residual». Este espacio residual se conforma de actividades sociales y vecinales, y adquiere un carácter vinculante al entrelazar necesidades por lo cual en el desarrollo de mi propuesta se tiene en cuenta los aspectos socioeconómicos, ambientales, urbanos y perceptuales para plantear una mejor estructuración del espacio publico actual del sector, entendiendo al espacio público no solamente como el conjunto de espacios exteriores, sino también de todos aquellos edificios públicos y privados, que poseen una significación colectiva para la vida de la ciudad. Dentro de él, es posible incluir el espacio urbano, abierto, público y semipúblico o cualquier espacio que le permita al individuo formarse como ciudadano. Por lo cual se realizan intervenciones sobre ejes viales y parques locales que cuentan con conexiones importantes a equipamientos y a sectores comerciales buscando mejorar la accesibilidad y confort, dándole mayor prioridad al peatón y un enfoque sostenible a las actividades en los parques, buscando resolver problemáticas como el comercio informal, sin acabar con este sino incorporándolo a la propuesta.